Mujeres Nobel

 

RIGOBERTA MENCHÚ

Premio Nobel de la Paz, 1992

Nació en Chimel (Guatemala) el 9 de enero de 1959. Tuvo una infancia precaria pero fe-liz, inserta en la cultura y tradición maya.

En 1979 los militares secuestraron y asesinaron a su hermano menor. En 1980 su padre murió quemado en la masacre de la Embajada de España y su madre murió, tras ser secuestrada y torturada por grupos paramilitares: Yo he tenido una juventud breve; una juventud combinada con ancianidad.

Rigoberta abogó por la defensa pacífica de los derechos de los indígenas y se vinculó al Comité de Unión Campesina. A causa de la persecución que sufría, a los 21 años se exilió a Chiapas (Mexico). Volvió a su país y tuvo que exiliarse de nuevo a Nicaragua y México.

Aprendió castellano y otras lenguas indígenas y luchó con valentía por los derechos de las comunidades indígenas y contra la impunidad de los delitos de lesa humanidad. En 1986 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad para una Cultura de Paz por su infatigable trabajo con las minorías étnicas.

En 1992, año de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América, recibió el Premio Nobel de la Paz: Es un símbolo vívido de paz y reconciliación a través de líneas divisorias étnicas, culturales y sociales, en su propio país, en el continente americano y en el mundo.

Esta infatigable defensora de los derechos de los pueblos indígenas y de la justicia y la paz en el mundo, ha manifestado: El tesoro que tengo en la vida es la capacidad de soñar.

A través de la Fundación Rigoberta Menchú Tum, promueve la defensa de la paz y los derechos humanos, especialmente de los pueblos indígenas.